-Por puro instinto .
-Por curiosidad: por saber qué pasará mañana y qué será uno mismo mañana.
-Por el asombro que provoca ser uno mismo, el mismo, pero distinto cada día,mes a mes, año a año.
-Por intentar hacer lo que sea, lo que se quiera, lo que a uno le guste, sin preocuparse por conseguir el éxito o el fracaso, buscando sentir solamente el placer de intentarlo.Importa el camino, no la meta
-Por la Aventura, que existe y viene si uno la busca y nos hace conocer el riesgo, la fortuna y todo lo que uno es capaz de imaginar.
-Por toda la gente que nos hace falta conocer. Por las mujeres(o los hombres) que uno(una)conocerá y amará, por los hijos que nacerán y que te harán descubrir que el amor que se siente por ellos no es amor, el algo más fuerte más profundo e indescifrable.
-Por el placer de comer y beber con amigos y amantes y amanecer en los bares, filosofando seriamente después de haber bebido demasiado. Comprobar el día siguiente que la resaca ha borrado las verdades fundamentales que habíamos descubierto y que eso nos exige practicar la rutina de repetir el mismo método muy a menudo.
-Las razones que le sirven a uno no le tienen por qué servir a otros.Eso nos obliga a vivir para encontrar las razones para seguir viviendo.Si es que las hay o si es necesario inventarlas. Esta búsqueda es también una buena razón para seguir. Siempre.
(Martin Hache, de Adolfo Aristarain )
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