Como quisiera mecerte entre mis brazos,
Pero no puedo...
Ni tan siquiera sé como nombrarte
Aunque existes desde siempre.
Cómo quisiera abrigarte entre mis pequeños pechos
Y mis estrellas de alambre.
Te haría nubes de algodón
Y lunas de esmalte..
Amasaría hojaldres y cruasanes
Pero no puedo...
Hay una toxina en el diamante
y un insecto entre la lana.
No puede tejerte ni reconfortarte
Imagino la sangre turbia
y las manos frías y temblorosas.
Te sueño.
Te sueño y en el somni te extravío,
en el bosque,
sin miguitas.
Ya lo siento tanto que me hago jirones.
Fluye la leche envenenada.
No puedo
y en este no poder
no cedo al querer imposible,
y es esa cesión mi acto más amoroso.
Frente al espejo
que parece una ventana
hay una mujer extraña que te espera.
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