Vuelvo de nuevo a mi cuna de trapo,
Al mundo de cartón piedra,
A veces se me olvida que soñar está prohibido
Que todo lo que hago tiene un precio,
Que no quiero voces sin significado
Aunque el significado duela,
Hiere mi semántica cuando es incomprendida
Y me declino.
El dolor es el precio de mis oraciones,
Por mi fe de débil,
Ya que mi bien era fútil y lábil.
Yo descreo en ti.
Yo renuncio a la sinceridad mal entendida,
A la grosería camuflada
Y al salmo dubitativo.
No miraré al sol que ciega,
Pero no era el sol,
Sólo una falsa estrella.
Creo en el destino
Y al tiempo no creo,
Lo desprecio y
aborrezco
En cada una de sus lecciones.
Deconstruyo una religión que no salva
Y rompo una tabla
Que no soporta el peso de mi gravedad.
Y si exagero y exageré
No os quejéis luego
De que os dejo
Pues no es más que hoy os aprecio
Sólo en vuestra justa medida
Y dará igual que os olvide.
Paso y loca en mi locura
Con mis redes de chiflada perdida,
No busco en los matorrales caducos de un verano triste
Ni dosis mensuales de morfina
Ni castillos en el aire.
Vuelvo a mis conceptos de matemático solitario
Que fuera del cuarto hiere la ley de la selva
Y no me hace mejor sino todo lo contrario.
Sueño, sueño,
Vuelvo a mi cuna de trapo.
( 07.01.08)
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