Todo viaje tiene un principio y un fin. Cuando miras al cielo de ese camino, que siempre es el mismo ves diferentes cosas, incluso aún cuando estuviese siempre igual.
Hay un momento y un lugar para todo, pero ese lugar y momento son diferentes según quien los busque o halle. La senda puede ser tortuosa y puede tener cimas sublimes, temores horribles y estrellas claras.
De haberte encontrado antes no serías tan dulce como hoy. Ni tú ni yo. ¡Qué mono de café calentito sobre tus labios¡… y la cucharilla sobre el pecho.
Hoy el metro se paró tanto rato que tuve que salir a coger el autobús: el camino pretende girar o cambiar de forma… La cuestión está en ponerse a ello y conseguirlo.
Llegar tarde, tan tarde, al sitio donde no se hace nada. No es estúpido correr y esperar tanto para llega al vacío(me refiero a mi lugar de trabajo... dudas y paciencia al respecto... nubes? ). Totalmente ilógico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario