Ansío
a la sombra de un almendro
liberarme del síndrome del esclavo cristiano
y ver las tempranas hojas de las flores
rozarme las mejillas
devolviéndome la humanidad
(con soleadas ternuras )
Ansío
el presente de la rosa
o el cortejo con amapolas
que también me valen
o sus perfumes somníferos y curativos
(puede u ojalá amnésicos)...
como halago deben estar bien
Sin embargo,
y en lugar de eso
agujeritos en la ropa
y pelos enredados sobre los ojos
obtengo por mi desidia e ineptitud,
pies torcidos
y falta de aire
Ansia de ver el futuro y de
no verlo
angustia también
(por lo visto
y no visto)
Y beso los dedos del santo de piedra,
lamo los pies
y más que perdón
sueño con el veneno de sus tintes
(Hubiera ansiado otra cosa
pero aún estamos en invierno...
quisiera ansiar lejos de la enfermedad,
remendar tal vez, recuperar la voz)
....