16 ene 2020

Mascarada

Nos hablamos...
rutinas, normas, palabras...
Palabras que se articulan como sonidos en el espacio
y gravitan y no llegan a ninguna parte,
pues al punto de donde salieron siempre retornan...
no es más que un acto de ilusionismo

Nos tocamos
y en este lance
sentimos sólo la existencia de los dedos propios,
pues apenas diferenciamos la piel del otro
como objeto de placer nuestro,
no vemos el efecto generado,
si no es acaso la caricia de vuelta...
Todo pues es un recital de gusto propio,
es un acto de manipulación

Nadie es tan bueno como parece
y si se afana en parecerlo
pronto se descubre.
Las voces suaves se vuelven rasposas,
su seda viene a disfrazar con su melodía
o bien intenciones
o bien palabras necias,
que con la música se camuflan,
Es un acto, bien ejecutado, de teatro.

Nos hablamos,
pero no nos entendemos,
ya que perderíamos la oportunidad de provecho,
nos obligaría a pensar en el otro
(de verdad).

Así que no pienses que me engañas
vestido de tul azul,
no creas que me confunde el aroma de la secta.
La soledad es
parte de carencia social,
parte de saqueo ajeno.
Miras
 para saber como sacarme los ojos
y hacerte un collar.

El problema es
cómo no querer ser parte de las galas,
parte de la pose de bienestar
(aunque fracase con estrépito),
Cómo no querer ese supuesto amor,
a pesar de su imposibilidad.
Quizás un poco más de esfuerzo,
quizás un poco de aire nuevo
y respirar,
limpiar el seso,
quitar pensamientos negros.
Lo intento,
intento hacer de la mascarada algo real,
sentir calor en el pecho,
estrellas en la espalda.