Hay un dragón de fuego
que sopla dentro de mi cabeza,
hace humo y llamarada.
Hay un reptil sinuoso,
una palabra en punta y retorcida.
Hay una cuarta sonando, medio suspendida,
volando en el aire,
medio derruida pero constante.
Me susurra
y me repite la palabra maldita,
la toxina de fuego.
Hay un antorcha que quema
y el monstruo ríe.
Hay una locura adversa,
y apenas sirve
lo que deba pensar
lo que deba hacer.
Todo gira
y creo que con el mareo
me he equivocado del todo.
Erre que erre, erré
¿o no...?
Ya no hay vuelta atrás,
las brasas siguen
esperando su final.
28 abr 2017
4 abr 2017
Piedra y metal
Tengo un peso en el pecho,
una espada en el hombro
al lado de la clavícula,
que me atraviesa hasta la pared.
No me muevo,
estoy atascada,
encerrada,
y hay un hilillo de sangre que drena mis energías...
Y con la hemorragia la noche se nubla.
Las sombras se crecen.
La mente idea caídas y desfalcos internos.
Abro los ojos y hay luz del día
y estoy libre,
pero la sensación permanece,
al igual que el tacto fantasma de la piedra y el metal.
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