23 mar 2021

Chismes raros

Hay una parte guardada en un cajón,
olvidada, 
Oculta a la decoración,
una caja con chismes raros
y preciosos,
medio abierta,
manoseada y vuelta a medio cerrar.

En el cuarto compartido donde había sitio
para el bazar,
el hueco está cubierto por analogías ajenas

El gabinete de curiosidades
está preparado para ver luz en un funeral lejano,
como sorpresa y lamento,
quizás para cambiar la elegía,
para recordar algo que se ignoró adrede,
(o finalmente enterrarlo bien hondo).

Hubo un sueño de fraternidad,
de empatía y complicidad frustrada,
hubo...
porque el mundo es una competición,
las versiones de la historia que se solapan
vienen a someter con la versión única,
sin excepciones,
con un exceso de marketing sin complicaciones.

Chismes raros,
cachivaches para usos olvidados,
llenan una esquina del trastero,
tus cositas recontadas para ser después guardadas
sin mirar atrás.
(madurar, morir)

Probablemente había sitio para la limpia 
y el salvamento de recuerdos,
pero están negados a fuerza de sobrevivir al presente, 
antídoto para el resplandor.

Esa simplicidad de atuendo
hace del vestido algo aceptable,
común,
va muy bien con la risa,
pega con cualquier compañía, 
no molesta a la meta del corredor ambicioso, 
(y del maratoniano mediocre y rastrero)
es agradable como un cojín,
como una ducha.

Un lienzo en blanco
(con una capa en la que  con el tiempo
nada cala, nada atrapa)
 ¡Pátina de blancura envidiable,
imagen admirable de la pulcritud sanitaria!
¡Qué higiene,
qué pureza magnífica!
Luce en el salón como un atardecer en el mar,
de los hechos en serie perfecta,
tapando la caja fuerte de un botín secreto.

21 mar 2021