muertas.
Soy
como cruz partida:
duele mientras renacen sus partituras.
Soy
de mar: resaca y tempestad furtiva.
cada uno de mis cuerpos!
y cicatricen.
No pudieron tus bestias acabar conmigo
fragmentada en miles...
En mi nacen, sirenas de mar triste
que cantan a la muerte y a la resurreción,
cantan como locas
hasta que sanan
y vuelven a enloquecer
No pudieron tus manos arrancar mis brazos
en amor incomprensible y feroz.
Aún no conseguiste desmontar el espíritu,
aún no nos separas de la carne.
como estrella
rota,
curándose de una troya imposible.
Miró al cielo que me guía
en esta hermandad.
Busco las huellas de vuelta.