Es como un mareo,
Una náusea gris,
Viscosa... En torno a los engranajes del tiempo.
Me paro y miro mi piel de lagarto .
Nací aquí y la mancha es indeleble.
Intento saltar la lacra del reptil
Y la náusea me ancla.
Es una nota en la sangre y un bolsillo vacío,
Una memoria sin cumplidos...
Repto y rapto
Momentos de felicidad
Dentro de la madriguera.
Verde ante el espejo
Y aún asumiendo la facha
No puedo evitar marearme.
Cuánto quise la pluma del pájaro,
La velocidad del galgo,
La astucia del zorro
O del tiburón.
Ellos no sienten el vómito,
El tiempo pasa rápido pero no avanza
El tiempo vuelve dura la escama
Que no muda en cisne ni en dragón...
Quiero volar
Pero la náusea...
Cualquiera diría que es la raza,
Y sin embargo
También es miedo,
Desconfianza,
Es costumbre al menosprecio,
A veces chanza.
Sí, ya me vi como lagarto
Mas Ellos,
Que No vieron todo
Ni apenas tiempo en ello gastaron,
me volvieron culebra
De ahí que repte o arrastre
Sin necesidad
Sin ganas de pelea.
A veces saco las patitas y me rasco,
A veces giro y me refresco,
A veces respiro y yergo,
El amor sano me devuelve la humanidad
Y el ánimo.
El asco de nacimiento
Como una tara de incubadora,
Como una vista defectuosa,
No se pueden elegir,
Pero si uno puede decidir escapar,
O intentarlo,
Huir de un terreno resbaladizo
(Complicado de andar con traje de lagarto)