A veces uno no puede elegir entre lo bueno y lo malo... sólo quedarse con el mal menor.
Para seguir hacia delante es mejor no mirar atrás... sobre todo si eso te duele, te repugna o simplemente no sirve de nada.
Para seguir hacia delante es mejor no mirar atrás... sobre todo si eso te duele, te repugna o simplemente no sirve de nada.