Minucias

Las cosas grandes
Suelen ser muy pequeñitas en esta luna...
No se trata de que las pequeñas cosas
Sean claves,
 bondades que resultan grandiosas...
Es que últimamente todo es...
Demasiado pequeñito...
Lo bueno, lo malo,
Todo pequeñito y de soslayo...
Y es que, además,
Tengo la mala costumbre
De pensar en diminuto.

Adivinaste juegos en la selva

Adivinaste juegos en la selva
sombría, fría y peligrosa,
inventaste cortinas de luz
para que mi invierno tuviese un tono
tan diferente...
que nada fue igual en medio de esta nevada
que antes parecía inquebrantable,
que la espesura verde se volvió luminosa.

Callar

Siempre está entre seda y seda,
(entre cuerda y terciopelo),
este silencio atronador.
Y no gusta adaptarse a este cambio silencioso:
seguir las reglas de la mayoría
a veces es opresivo,
ahoga un grito necesario,
necesario para respirar.
Cambiar la actitud puede ser sanador,
pero ¿la forma de pensar también?
¿los principios?
Actuar, fingir, pesar,
moderar, olvidar... callar.

Callar por no decir verdades.

Sólo callaré porque no merece hablar de más,
porque hay cosas que no merecen ser dichas.
No será este silencio impuesto el que me tape la boca.

pequeñas historias

Me gustan los libros pequeños
Que te besan las pestañas
Al leer.
Páginas casi en blanco
Con pocas palabras.
Hermosas,  sencillas,
Que te impiden presumir,
Pero te acarician el alma.
Hay que saber discernir entre tanto ruido

Historias sin forma,

mundos que abrazan

en silencio

y que están tras cualquier rincón.

Al escondite

Juego al escondite con amigos invisibles.
Para poder encontrarles
me guío por el sonido de sus voces,
de sus clamores, calores y abrazos.
Es una pena que a veces se vuelvan
contra mi (aunque pierdan el puesto)
y también me digan verdades
a silenciosos gritos.
Entonces
les canto
y a base de canciones
me perdonan.

Canto a oscuras para calmarme
y cuando lo he soltado todo,
vuelvo al mundo real.

ojos cerrados

Verte y oírte aquí en la oscuridad:
te amontonas dentro de la cabeza,
suenas y sabes como agua sucia,
estancada,
que va de un lado a otro
tocando las paredes,
acidificando sus tejidos.

Maldita neurosis,
maldita ausencia,
maldito silencio,
lleno de ecos y recovecos,
creciendo entre las células indecisas...

Combate a elegir

Yo,
Cuando no es egocentrismo,
Es un pronombre fantástico.
Cuando es enemigo,
Es el más feroz adversario.

VEGETAL

Las raíces del alba
son frágiles.
Necesitan un susurro suave y alentador
para no quemarse al mediodía.
Bien es cierto que la planta
ha de creerse fuerte,
pero le pesa bien
que el alimento sea bueno.
Si al lado las palabras son livianas pero venenosas
ese halo se difunde como la plaga,
ha de saber desfragmentar y separarlas de su instinto
y tomar la savia auténtica.
Y sabia hacerse de su propio mimbre,
no importe quien le hable,
aunque valore el discurso,
tanto si es bueno, como si es malo.
Lo importante es
que cuando llegue la noche
haya crecido,
o haya permanecido en pie,
da igual que sea mucho o poco
si es resultado de su esfuerzo.

Nubes...

A menudo la nubes de diferente peso
tienen diferente color:
están las que se saben ligeras,
las que lo son ( sin saberlo),
y las profundas y acuosas.
Las últimas son más sabias,
más completas y fructíferas,
sin embargo, las vacuas y secas
son a veces más felices,
hasta que se hacen conscientes
de que nunca darán lluvia

Versos sueltos

Poemas como sublimaciones,
Como catarsis,
Como desahogos,
Como realidades que gritan en silencio,
Como sanguijuelas curativas...

Extenuantes versos son,
Y me pregunto,
¿Vino antes la emoción
O ésta sólo surge para servir al verso?
¿Será este el que equivocadamente clama vivir
Y no una mera expresión de lo que siento?
Pues ¿no seguirán sin mi las palabras que uso?
¿No estaban antes
Las palabras rotundas, distantes,
heladas y apasionadas?
Vocablos que Buscan bocas y perturban,
Crean grandezas donde no había nada,
Elevan la queja a declamación hermosa;
Convierten el amor en romance,
La aventura en epopeya...

Seres humanos somos por la palabra,
Bellos y trágicos por el verso,
Pero todos preciosos
Y aún más si sencillos y mudos,
Mudos todos,
Añorando la poesía que nos agota
Y nos lleva al orgasmo.

Versos somos
 tras beber versos,
versos libres( y al antojo)
de la creación primera.
versos damos inspirados
por versos leídos.
No son pues ni antes ni después
sino en todo tempo
y sin descanso.

mantra de martes

Dicen que las cosas tienen la importancia que uno les da...
eso es muy cierto:
para ser feliz hay que quitarle importancia a la mayoría de ellas
y quedarse con lo esencial,
disfrutar sin traumas ni metas,
sin que de cosas absurdas dependa la sonrisa
ni nada se convierta en terrible.
Que nada ni nadie sea eso Terrible,
siendo lo terrible aquello que
convertimos en lo suficientemente trágico
para impedir la felicidad