17 sept 2018

LA ESTUPIDEZ DEL SER 1593 (asylum)

Conozco esa sensación, ese sentimiento de inquietud, esa voz que te dice cosas malas. Aún la recuerdo incluso bajo del agua, donde se amortigua y empiezo a abrazar el silencio (cuando este es calma). No recuerdo bien cuál es la causa de esa desazón concreta, pero me sé de carrerilla la genérica que engloba todo.

Te crees muy especial... pero no... nadie te va a convencer de eso. Tratas de aplacar tu miedos en el exterior donde cualquiera tiene cosas más importantes que hacer, que escuchar y problemas y miedos propios. Nadie tiene porque arreglar lo que tú tienes roto...

Le doy vueltas a las cosas y encuentro marcas nuevas en las manos, en las piernas, en el pecho. Te tiras la vida sin solucionar nada. El tiempo se agota. ¿Qué es eso que tengo por hacer que me perturba? Y ¿Por qué?
Siento una presión en el pecho y una nausea.
¿Dónde está el manual de ser humano?No sé de qué habláis entre vosotros, no sé como simular esa humanidad, personalidad, entidad, forma presencial de individuo.

Y miro alrededor y veo que no hay genialidad que excuse mi locura, ni esos sueños oscuros, morados y rojos, que son terribles y que a veces siento que pasaron y otras deseo que hayan pasado. Hay al tiempo una atracción suicida o masoquista por la tragedia, por el dolor. Me imagino tirando de la piel y disfrutando de la herida con una mezcla de gusto y repugnancia.

No puedo evitar esa sensación de inquietud sobre algo que he hecho mal o he dejado de hacer y  trato de no estar tan triste.

Estoy ahorrando para el especialista... o para el disfraz de villano

H.




No hay comentarios: