7 oct 2019

Algodón de azúcar

Ella era preciosa...
su pelo era, sus labios eran...
Como una agujita con volantes de seda
bailando el cascanueces dentro de mis ojos,
clavándose en el interior de las uñas.

Era un dolor
no poder acompañarla
y rozar tímidamente su mano...
imaginaba mi dedo índice bajando por la curva de su espalda...
el mismo dedo con el que me cierra la boca.

También era absurda.
Entre los dientes se acumulaban
cristales
rotos
morbosos cuando la lengua se paseaba entre palabra y palabra

Hubiese robado una tele por ella,
por un segundo de paz,
y robaría hasta las antenas de los coches o los retrovisores,
sacando una fuerza insospechada...

Era tan bonita,
ese momento de ausencia de dolor,
ese silencio sin piano.,
ese dejar de existir,
flotar,
dormir sin dormir,
a veces soñar,
con algodón de azúcar
envenenando los pensamientos...

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