22 jul 2008

21.07.08

Anoche miraba al cielo y me dio la sensación de que todas las estrellas temblaban. Todos y cada uno de los luceros están parpadeando, como si fueran a quebrarse, como si fueran un puro artificio, como si al dejar de mirar o llegar la mañana fueran apagadas. Pensé que bien podían ser bombillas eternas haciendo un esfuerzo cada noche por mantener el firmamento oscuro encendido románticamente. Todo dispuesto para que el mundo crea que el mundo es real que no es una ficción en la que se ha decidido cuál es el destino y no hay nadie arriba riéndose de nuestras reacciones.

Qué absurdo sería si fuera así.

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