una noche del pasado

21.10.06
En el margen de la boca
surge la mueca que quiebra el gesto
e inseguro
cambio el rostro
tornándose en confuso
que no sé si es agrado
o si es próximo disgusto, desalegro y reticencia torpe
de besar sin conocer sentido.

Retuerzo el rizo entre los dedos
dudando a ratos
y descansando de largo y de noche de gala
pues si la calma me acuna
no sopesaré los riesgos de hallar pena
y respiraré tranquila con los brazos en torno al cuello ajeno.

Así que mientras dé pasos de ciego
y no tropiece
seguiré andando si temer más nada.
Coseré telarañas y güijas
de angelitos y amapolas
sobre sus labios en blanco y con verso libre
y lo que salga en la rima será sobre todo
escritura automática, inconsciente y dadaísta.