27 jun 2016

Contracampo

¿No lo echas de menos?
¿todo aquello...
todo aquello que pasó en esa dimensión paralela?
¿eso que aquí es imposible?.

Dirías que lo tuviste en un sueño,
pero es mentira:
el sueño es un lugar de recreo
reservado para los serenos,
un sitio donde tú nunca consigues entrar.
Fue menos que un destello invisible,
que el espacio de suspenso entre bocanadas de aire.

Pasa el día y todo aquello
sigue estando prohibido,
ha dejado de ser en un momento que ya fue
por lo que no será nunca.

Tratas de fingir que puedes reemplazar
esa añoranza por otras alternativas,
pero no hay nada como el no retorno,
como una puerta cerrada a la espalda:
te fuerzas a no mirarla mientras vuelves a la tierra de los vivos,
pero caminas siempre con ese esfuerzo.

Andar se vuelve pesado y fatigoso
e incluso  te planteas parar y no moverte,
intentas mirar al cielo y ver las estrellas,
pero hay demasiada electricidad para verlas,
la luz naranja de la ciudad las ha devorado,
Así, una vez más, imaginas que las ves,
fantaseas que las sueñas.
(Pero no puedes)

2 comentarios:

Luis Maluenda Urmeneta dijo...

Laura he disfrutado mucho tus poemas. Te felicito. Lo que más me gustó fue su intensidad suave, que encanta y no decae. Cariños para ti. Luis. 😘

Estrellitarota dijo...

Mil Gracias... me alegran mucho tus palabras. UN ABRAZO :)