21 jul 2020

Bella durmiente

La cota de malla resquebraja y duele.
A mesa puesta y boca cerrada.

La crin está sucia y el jinete no cabalga.
Ya no quiero jugar a las princesas
(a las princesas muertas, atadas, de porcelana)

El aire se ha vuelto denso
la vida, tóxica.
El ser humano es inerte,
inerme,  
y a la vez explosivo.

La piel es blanca, está pálida
de enfermedad austera
y de distancia social
( necesaria, deseada, sanadora y letal).
Me convierto en hiedra
natural y venenosa,
pero con un jardinero obsesivo.
Poda, poda, poda

Desde balcón de palacio,
los cadáveres dormidos, 
la vista de los setos es exquisita.
Las moscas se dan un festín en el salón
de comida y agudeza perdida,
ñam, ñam,
el mundo renace,
y a la vez enmohece

La armadura no sirve. 
Son las palabras
significados lesivos
lanzados como flechas.
Reclamar el tacto: 
me da la risa,
el llanto.

Quién pensó en abrir la biblia  con un cuchillo...

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