18 may 2020

Donde nada de esto ha pasado

Acogerse a una soledad
o ser abandonado en ella.
Elegir es difícil,
pero el resultado es forzoso.

Una vez que te acostumbras
es mullida y afilada a la vez.
Destruye el apego correcto
y el enfermo...
Es un desierto que arrasa con todo,
sin visión, sin zarza,
abrasando una parte de los ojos.
No podré trepar por ahí esta vez,
ya no quiero la compañía
y al mismo tiempo estoy en la torre
y rezando en el olivar.

El pecado es invisible
pero su mancha es imposible de lavar.
La mediocridad es peor que la maldad
y nunca se va.

Ser solo o estar solo,
ser asolado por un estado de incomprensión
y pasar hambre
y tener pánico,
como consecuencia de una mera falta de gracia.
¿Será que no hubo unción sagrada a tiempo?
¿Los óleos llegaron tarde y la frente estaba ya marchita...?

Uno mismo a cachitos... el camino está lleno de pájaros...
La memoria se desvanece
y se tortura a si misma
volviendo a un pasado que se inventa o adorna,
pero solo para pedir perdón a medianoche
a solas en el monte sin nombre.

Esconderse
y esperar al salvador,
Ingenuidad aprendida sin utilidad.
No hay guarida
sólo un frío entre la dunas de una penitencia inmerecida
que cae sobre el mundo
a partes iguales entre justos e injustos... 
yo ya no veo orantes,
ni idolos,
porque están lejos,
muy lejos.

Cubrirse, taparse,
cerrar los ojos y soñar
y abrir los ojos y que todo sea un sueño
donde nada de esto
ha pasado
(también me sirve
sentirlo como si nada me importase)

No hay comentarios: