17 jun 2007

VUELTA A CASA (19-12-05)

La atmósfera del lunes me da sueño
Y presión y pone luces naranjas
Sobre mi sombra en la mañana.
Porque el cansancio hace agacharse al alma,
Que se proyecta sobre el suelo
Radiada por la luz del sábado y el domingo,
De los que aún quedan restos
Arrastrándose lo que fue
Y lamentándose lo que no llegó.

El ruido del vagón me adormece
Y paladeo la canción que le entresaco,
De lo que me da el viaje
Y los pasos que conduce,
Del ánimo que siento al lado
Y que está mirando al pasajero adelantado,
Al que no va en tren y no estuvo en mi repisa,
Que es objeto roto,
Inalcanzable e irracionalmente deseado.

En el tren del lunes no hay belleza
Pero si significado,
No hay héroe en pose con la espada de Arturo,
Ni villano desde el hades acechando,
No estás tú,
Solo un olor callado de bruma,
Que es el olor silencioso de tu ausencia en el tumulto.
El olor de un sábado pasado,
De un miércoles sorprendente,
De un martes despreciado.

En la vuelta a casa
Siempre hay una lección sincera
A veces dulce,
Otras de sal y pena.
El momento del "y si",
El callar el "después cómo"
Y en la calma,
Resolverse
Con la conciencia de los días pasados
Recientes y pluscuamperfectos,
Sobre la amistad y el respeto que quedó en la balanza
Sobre los fantasmas que debo olvidar
Y sobre la fuerza de los pasos que voy dando:
Voy andando con un sentido
Aunque el mar de domingo me quede lejano.

(Añil)

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