27 jun 2007

NERVIOS

Mira que siempre me había dicho a mi misma que no cometería los mismos errores que una cualquiera... y claro no iba a ser diferente al resto, ... por una vez que hago lo que cualquiera y vaya... con los nervios de punta esperando a que llegue ese día... Llegará?, no llegará? Y si llega que sepas que es tu culpa , tu propia culpa... que malo es no poder culpar a nadie, sino a uno mismo... maldita margarita... Mi madre hubiera muerto si pudiera decirle donde duermo los fines de semana... pobre alma candida... cuanta ingenuidad y torpeza... Si es que te lo tienes merecido... Y yo misma sé que todo el mal que me hago a mi misma se debe a la propia(de nuevo propia si) cobardía de no quererme y de intentar encontrar la reafirmación y el sentido en otros, en el exterior... es cierto que la batalla más dura se lucha en el interior... En el exterior, lo primero, la higiene, cortarse las uñitas y ducharse con frecuencia, cuidar el aliento... Esas cosas son necesarias y deben desarrollarse en el mundo terrenal, pero lo metafisico no puede nunca encontrarse en lo material y tangible por mucho que se mire el poso de una cerveza... es cierto que se pueden desentrañar verdades contenidas en detalles preciosos y efimeros de lo cotidiano, pero no te contarán verdades sobre ti, ni conformarán tu persona, se tratan de destellos de vida y miradas que los otros ceden y que hablan sobre ellos... Además, estos instantes de clarividencia de lo vulgar, lo que hace que la mediocridad también tenga su encanto, son contados, altruistas y debes encontrarlos junto a quien se da a ti y no quien te devuelve tu propio ser... Mirar a los ojos de otro para verse reflejado en ellos es un acto además de absurdo, egoísta.

El caso es que si yo aplicara la teoría a la práctica, no sería planchadora, sería que menos que artista, al menos eso es lo que mi madre soñó antes de abandonar nuestro país. Ella también buscó la solución fuera, en el mundo exterior... Al venirse como ella dice "acá", sólo solventó una parte de su conflicto, pero su lucha interna,... fue una de las pocas herencia que me dejo.

(Silvia está loca)

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